Como dije antes, hablaba mucho y la escuche, la escuche una hora, dos y tres, me pase de donde tenia que bajar, pero no me importo, me quede ahí sentado escuchando.
Al principio, no importaba que estuviéramos solos ahí, pero cuando me pude dar cuenta, me parecía raro el hecho de que nadie mas hubiera entrado en ese vagón, seguíamos siendo ella y yo. Me contó sobre su padre, por lo que llegue a entender su padre era alguien que le gustaba violar a su mujer, maltratarla y demás llego hasta a atar y prender fuego la cara de su esposa. Pensé que si seguía escuchando eso iba a terminar apareciendo en una especie de cuento de terror, donde su padre era el ser sobrenatural y horrible.
Hubo un momento en el que dejo de hablar y se quedo mirando la ventana del subte todo el viaje, todavía sigo sin entender el motivo, si se ofendió, no se que mierda. En ese momento entendí una cosa mas, ¿Como podía ser que ella tampoco llegara a destino? ¿Quien era ella? nunca le pregunte su nombre, pero sentía que la conocía de algún lado.
Al no dirigirme palabra alguna, mire a la ventana, veía como el subte se movía y de vez en cuando trataba de verla sin que ella se diera cuenta.
Hasta el día de hoy, todavía no me acuerdo quien era, que hacíamos ahí, solo conseguí saber que no hay nada mas doloroso que acordarse de alguien a medias y que al morir, estamos condenados a acordarnos del momento mas feliz que tuvimos, una y otra vez hasta el fin de los días, para darse cuenta de que no podemos acordarnos exactamente de la parte mas feliz del recuerdo, convirtiendo lo feliz en un sufrimiento eterno.
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