Era muy
difícil pasar por la puerta, la misma que al abrirse no solo llevaba a otro Cuarto/Pasaje
de la torre, si no que siempre que una puerta de la torre se abría, aparecían
nuevos mundos parecidos a este. Y Jackie estaba ya cansado y en su límite de
fuerzas cuando se dijo a si mismo que no tenía sentido seguir torturándose por
encontrarla.
Ella siempre
hizo lo posible por dejarle a la vista, o eso quería pensar, que todavía tenía
forma de alcanzarla, que la torre no era infinita y que su poder podía
manejarse al antojo, tanto para crear como para destrozar.
Pero… ¿por
qué le hacía esto? Si tantas veces, cuando ya las peleas entre ellos se hacían
constantes, ella no hacía más que llorar y decirle que se vaya a la mierda, que
su adicción por querer comprenderla y querer saber por qué no hacía más que
alejarlo era solo un acto reflejo de la lástima que en realidad tenia por ella.
Y paso mucho tiempo, que ya no podía ni acordarse de cómo era su cara.
Pero para
entonces ella ya se había ido, y lo único que le quedaba a Jackie eran los
recuerdos borrosos de lo que llego a sentir por ella, pero hasta estando con
ella sabía que no eran más que sentimientos de enojo y tristeza al ver como se
dejaba morir en sus brazos. ¿Por qué? ¿Por qué se había dejado matar así? En la
torre todos sus miedos volvían a salir y no dejaba de verla como si fuera una
mancha frente a él, pero sabía muy dentro de él que era ella, que volvía para
llevarlo, como él había hecho al cortarle el cuello mientras dormía. Pero nunca
lo hacía, parecía divertido para ella. Era una buena venganza, hacerlo temblar,
enloquecer tanto como para pedir que lo mataran, que lo torturara por los
anchos pasillos de la Torre.
Y la puerta
lo llamaba. Ella estaba ahí esperándolo. Y él tenía miedo de que pudiera
hacerle la Torre.
La Torre no
hacía más que sacar a la luz todos sus miedos, culpas y errores. Pero él
entendía, la Torre era vida y era muerte.
-¿Cómo puedo
hacer que me digas donde esta?-gritaba.- ¡La necesito! ¡LA NE-CE-SI-TO!
Necesito que me digas cual es la puerta… P-por favor.
Nada.
-¿¡por qué!?
Nada, solo su
voz.
Pero sintió
como ella le acariciaba el hombro como el…
…La veía, podía verla, era ella, ¡sí! Y podía ver su cara, era
hermosa, siempre lo había sido y él se había olvidado, el se había vuelto frio
con ella y el la había matado, pero ahí estaba, viéndolo, le sonreía, pero la
veía triste pero eso no hizo que no se sentara al lado de él. Que dejara que él
la abrazara una vez más. Y lloraba, se dio cuenta por el frio que le daban las
lágrimas que caían en su cuello.
Pasó el tiempo y se quedaron ahí, abrazados y se dormía, y la veía, y
se dormía y ella estaba ahí. El la quería, sí, pero ya se había ido, no era
real, nada era real y ella en realidad no estaba, estaba muerta, la había
matado y ella susurraba, y susurraba todo el tiempo, que lo amaba, que no lo
iba a dejar, que si era real, quería que fuera con ella, que estuvieran juntos
otra vez, pero no era real y la única forma de confirmarlo era... e-era verla a
la cara, ver su cuello y ver que sus manos seguían manchadas, y se dormía,
soñaba y…
Todo era un
sueño, su cabeza jugaba con el otra vez, la
Torre jugaba con él y la puerta no aparecía y los mundos seguían girando,
siempre alrededor de la Torre y tenía que apurarse.
Pero se quedo
donde estaba. Paso una hora hasta que se levanto y siguió buscando alguna otra
puerta.
-Mierda…-parecía
estar en otra parte, la Torre se había movido, o eso parecía, y las vio, siete
puertas, cada una con su número.
Se acerco a
la puerta uno pero se freno. Se le secaba la garganta y la sentía como si fuera
a salírsele la lengua de la boca, pero la curiosidad había matado al gato, y a
él podría pasarle también.
Adentro, se
hizo luz y entendió que era eso, era el universo, su nacimiento y vio que era
demasiado, no podía aguantar tanta luz.
-¿Por qué te
arriesgas por tan poco?-era ella.
-¿Por qué
crees? Siempre fue por vos, siempre fue tu culpa.
-No, te
confundís y llego la hora, tenes miedo de abrir la mente a la Torre.
-Mostrate
como sos, no sé donde estas, ni que sos, pero ya sé que no sos ella.
-No puedo
mostrarme como soy porque yo soy lo que tus ojos ven pero no pueden entender,
¿es tan difícil?
Y hubo
silencio y el cuarto/pasaje desaparecío
Se encontró
otra vez en el pasillo de la torre, estaba cansado, pero tenía seis puertas
más.
Cuando menos
se dio cuenta, había pasado por la puerta dos.
No hubo luz,
no había nada, pero podía sentir como la necesidad de salir de ese cuarto se
hacía más y más grande. Pero la puerta una vez que se cerraba no se volvía a abrir,
por lo menos hasta que pasara lo que preparaban los cuartos/pasajes de la
torre.
-Mostrate,
¡estoy cansado de este juego!
-¿No entendes
que no puedo mostrarme? No a alguien como vos. Y aunque me mostrara ¿De qué
serviría? Soy un monstruo, TU monstruo, por lo menos hasta el final del camino.
-¿De qué
camino me estás hablando?
En el pasillo
otra vez, cada vez que volvía a aparecer en el pasillo la cabeza le quedaba
dando golpes por dentro, pero sin perder tiempo se acerco a la tercera, y la
abrió.
-Jackie,
tenes que parar. No hay nada bueno atrás de las puertas, de ninguna.-Dijo la
voz-Es muy complicado de explicártelo
-No hay nada
bueno adentro mío. ¿Por qué tengo que preocuparme?
-Porque
muchas de estas cosas que ves, las pocas cosas que hay, son más peligrosas de
lo que parecen, cada puerta que pasas…
En el pasillo
otra vez. ¿Cada puerta tenía un límite? Parece que sí, o eso pensó Jackie y fue
hasta la cuarta puerta y…
-…Cada paso
que das hasta el final de la Torre, no va a hacer más que destruir todo lo que
este a tu alrededor.
-Pero
necesito entender porque estoy acá. Porque me arrepiento tanto de haberla
matado y al mismo tiempo lo volvería a hacer de mil formas diferentes.
-Oh, casi que
das pena así, ¿no ves que la respuesta la tenes en tu poder? Soy solo una guía
hasta el final del pasillo. Pero también, uno de mis peores defectos es mí…
Fue a la
quinta puerta, al abrirla sintió como empezaba a temblar la torre, pero ¿podría
ser? No. No ahora. Por lo menos por el momento.
-…bondad.
-Yo no pedí
tu ayuda en ningún momento.
-No. No lo
hiciste, pero puedo sentirlo. Puedo sentir todo lo que vos sentís, leer cada
uno de tus pensamientos, y saber todo lo que hiciste. Puedo ver tu odio y me da
asco sentirte, y por todo lo que puedo sentir, veo lo que no podes entender.
-No volvas
sobre lo mismo, no lo hagas, si tenes pensado hacerlo es mejor que la próxima
puerta no te escuche. NO QUIERO ESCUCHARTE.
-Si eso es lo
que queres, pensando que así vas a co…
El pasillo
otra vez y la torre ahora se movía mas y de a poco las piedras, que parecían
tener millones de años formando la torre, se empezaban a salir. Y fue directo a
la séptima puerta.
-No abre,
bien.- se quejo.
La sexta
puerta abrió. Y adentro, después de tantos cuartos/pasajes vacios, vio que
había dos llaves, la primera tenia forma de Z y la segunda de Y. supuso que la
Z servía para salir y la Y para la séptima puerta y las uso.
Z y giraba la
llave, dio tres vueltas hasta abrir la puerta
Y, para la
última puerta. ¿Pero estaría ella? ¿Podría perdonarlo?
¿Todavía pensas que ella puede perdonarte?
-N-no, pero
todavía quiero creer que sí.
No es buena idea
Y, dio una
vuelta
NO LO HAGAS
Dio una
segunda
MIERDA, NO, ¡ELLA NO ESTA AHÍ ESTUPIDO!
Dio la
tercera. Y se abrió la última puerta.
La Torre
empezaba a destruirse de a poco y no había más que hacer. Si la Torre era
destruida, podía pasar cualquier cosa con el Tiempo. Y Jackie entro al séptimo
cuarto/pasaje.
…
-Jackie, ¿Te
sentís bien?
-¿Qué? Eh…
s-sí, estoy bien.
¿Qué paso? ¿Qué hago acá? ¿Y por qué esta viva?
-Bueno,
entonces es mejor que te cambies, no tuve un muy buen día y tengo mucho sueño y
me gustaría que al menos pudieras venir a dormir conmigo en vez de quedarte ahí
sentado leyendo o viendo la televisión.- La mirada, era demasiado real para
parecer muerta, estaba ahí, y era la misma mirada de “¿Claro, la culpa la tengo siempre yo, no?” que ponía siempre que
quería algo y lo quería en ese momento
-Bueno,
bueno.- Se quejo Jackie.
Camino hasta
el cuarto, se cambio y se acostó junto a ella. Pero no podía dormir.
¿Qué fue todo eso? ¿Algo era real? No, no puede ser real, pero me
gustaría que lo fuera. ¿Y si en realidad la maté? ¿Es ella? ¿ES ELLA?
Y seguía
preguntándose qué hacer, y miraba el techo. Pero quería mirarla a ella y
comprobar si era real. Y si era real, ¿qué iba a pasar después?
-Vos y yo sabemos cómo va a terminar esto, que no vas a poder evitarlo
y ahora sabes que esta va a ser la única forma de saber si es real. ¿Todavía la
odias no?
-Todavía la odio, o eso pienso que es real, no puedo saberlo, también
la amo. ¿¡Pero que es real!? ¿¡QUÉ!?
-Solo hay una forma de saberlo, ¿no? Si lo hiciste una vez podes
volver a hacerlo.
Se levanto de
la cama y fue hasta la cocina buscando algún cuchillo, ¿esa era la única forma?
Eso parece, y ¿a quién podía discutírselo? Si el mismo se decía a si mismo que
era la única forma, que tenía que acercarse como ahora, que tenía que escuchar
como respiraba, y hacer que su respiración fuera a la par que la de ella. Y lo
hizo, se acerco, le corto el cuello y vio como ella llego a verlo, sentía
tristeza y no pudo evitar llorar.
¿Y qué es real? ¿Volví a perderla, la volví a perder por haber perdido
la cabeza? ¿Qué…?
…
La cabeza
volvió a dolerle y darle golpes, y sintió el peso de su cuerpo pasando la
última puerta y vio un escritorio, una cama vieja, una vela prendida y una Hoja
en el escritorio.
Leyó la hoja.
Decía:
“¿Alguna vez había prometido otra cosa? Nunca quisiste entenderlo, yo
siempre te lo dije y ahora te quedaste solo.”
Y no hizo más que gritar mientras la Torre se destruía
Y no hizo más que gritar mientras la Torre se destruía
-Jackie… ¿Estás bien?