miércoles, 19 de diciembre de 2012

Musa, Reina de la Destrucción

Son muchos campos que he de quemar, que viviré por siempre y para siempre en tortura y soledad, no por castigo, si no por elección, por que yo creo que así es menos el dolor, pero quiero pensar que no hago mal, que ya paso una vez y lo vuelvo a hacer, por que los pensamientos fluyen tan rápido y sin parar, que me estoy empezando a enfermar, son muchas cosas que habría que arreglar, pero no es mi labor, mas mi labor es solo crear. Pero mi labor obra para el mal, que mal compañía no es, que siempre pide mas y mas personas en su ejercito del mal. Pero pocas veces, pocas de verdad, hay algo de luz entre tanta oscuridad.
Yo no lo puedo evitar, ya que nunca pude manejar tal magnitud de poder, que me controla mas a mi que yo a el. Y no entiendo como no poder correr, ante tal imagen o monstruo semejante salga, de esa mente que parece un borrón de tanto dolor. Ni las pastillas desinflamatorias pueden frenarlo, y se vuelve loco, se vuelve un ermitaño.
Solo la musa podría sacarlo de su encierro, pero no hay tal musa, ya no, esa luz se fue con el tiempo y nunca volvió y el ser ermitaño un agujero cavo, de tanto tiempo que paso, dentro de ese agujero de depresión, se olvido los motivos de tal ataque que lo condujo a semejante crisis, como perdido y olvidado, salio de a poco a ver la luz del exterior otra vez y todo parecía en orden, el ermitaño era feliz, pero sentía que algo le dolía en su cabeza, no un dolor común, cosa que lo asusto.
Con el tiempo se dio cuenta, se había vuelto un amargado y mucho odio había en el, tanto que empezó a destruir su ser, tan lento y de a poco, empezó a enflaquecer. Poco a poco fue avanzando el problema, el mundo de los demás era feliz tan lleno de claros, pero el de el era triste y tan lleno de oscuros, se dejo llevar por la marea de su mundo, hasta una isla con una palmera, como las pintan en las comedias animadas. Espero por días sentado ahí  sabiendo que tarde o temprano una botella con algo dentro llegaría, cosa que paso, unas horas después de tener tal sensación. Al leerla recordó  el como, por que y que de su motivo de tristeza y dolor, al leerlo sin saberlo volvió a una tierra mas amplia, una especie de mundo medio entre el suyo y el de los demás, casi ubicado a la realidad.
Habían paisajes mucho mas llamativos que en su mundo, no tanto, pero si eran llamativos. "La musa", se acordó, "hace tiempo desapareció, ¿donde esta? ¿que paso?" no lo se, escucho, era la musa que contestaba, pero no estaba ahi, se habia vuelto loco, la escuchaba y no la veia, el lloro, sabia que no era real todo eso, y al agujero que el cavo, con paso lento el volvio. Poco a poco el bajo, hasta lo mas profundo de el, siendo tan diminuto como era posible. Y años pasaron, que por poco muerto pensó que estaba.
Una piedra cayo por el agujero, golpeándolo fuerte y despertandolo de su sueño eterno, en ella había una hoja pegada, la cual anunciaba "volví, te toca" al leerla no lo pudo creer, el ermitaño de el agujero empezó a salir, pero tanto parecía tardar el retorno a la superficie, que los brazos le dolían y sangraba.
Sabia que para poder obrar, era hora de crear otro ejercito para el mal, por que el necesitaba llegar, hasta la musa, de una forma o otra. Tanto se entusiasmo, que lo consiguio, pero para su dolor, lo esperaba una nota "Los seres inmortales estamos destinados a sufrir en la vida, cambiamos de cuerpo, pero nuestras almas siguen sufriendo. Pocas almas logran encontrarse con sus musas, y así sobrellevar la vida eterna; tenes una ultima oportunidad, elegí bien, te toca".
El ermitaño lo intento. ¿Que fue de el? no se, todavía no se. Intento acordarme que hago acá.

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